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miércoles, 7 de julio de 2010

Un saludo,valiente.(Laura)

Esta es una entrada que publicó ya hace un par de meses Ángel en nuestras cosas,Aun así me parece que se merece un hueco en nuestro blog :)

Hoy he quedado fascinado por un tipo de gilipollas que todavía no había visto.
Conduciendo he visto a montones de gilipollas.
Cada día veo a varios.
Sin embargo, el que he visto hoy tenía algo que le hace diferente:
Había una larga cola para incorporarse a una autopista.
Todos los coches se iban colocando en la fila.
Pero de pronto ha aparecido un coche que, a toda velocidad, ha aprovechado un mini hueco para meterse.
El tipo ha acelerado y ha dado un volantazo a la derecha pisando la línea del arcén y ha frenado para no comerse al coche de delante.
Por supuesto tres coches han tenido que frenar en seco para no llevárselo a él.
Esto es algo que uno ve todos los días.
Es el clásico gilipollas impaciente.
Sin embargo, este tipo tenía algo especial:
Llevaba a sus hijos en el coche.
A este tío no sólo no le importaba una mierda su vida.
Tampoco le importaba una mierda la vida de sus hijos.
Que tu vida no tenga ningún valor, pedazo de imbécil, es algo que sabemos todos.
Incluso tus padres lo sospecharon el día que naciste.
A pesar de eso, ellos no te metieron en un saco y te ahogaron en una bañera, cosa que tal vez deberían haber hecho porque está claro que como ser humano eres de las cosas más despreciables que existen.
Pero la vida de tus hijos sí que tiene valor. Y mucho.
Así que a partir de ahora, cuando cojas el coche, hazlo sólo. De esa manera, si te empotras contra un arcén, a nadie le importará una mierda.
Ojalá seas un tío al que le gustan mis monólogos porque eso significará que tal vez en algún momento leas esto.
Un saludo, valiente.

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